curso inap reto 2 Juan Carlos Otero Mier

 Uno de los hombres que remó a favor de la igualdad entre mujeres y hombres en España fue Luis Jiménez de Asúa , un destacado jurista, político y académico que, aunque menos conocido que otras figuras de la lucha por los derechos de las mujeres, tuvo un papel importante en la defensa de la igualdad de género durante la Segunda República.

Nacido en Madrid en 1889, Jiménez de Asúa fue un intelectual comprometido con los ideales progresistas y republicanos. Como miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dedicó gran parte de su vida a la defensa de los derechos humanos, la justicia social y las libertades civiles. Sin embargo, uno de los aspectos menos conocidos de su legado fue su apoyo decidido a los derechos de las mujeres, en un momento en que la igualdad de género era un tema de intenso debate en España.

En 1931, España vivía un periodo de grandes cambios con la llegada de la Segunda República, un sistema que prometía modernización y progreso. Durante la redacción de la nueva Constitución, uno de los temas más controvertidos fue el sufragio femenino. Aunque hoy pueda parecer impensable, en aquel momento, incluso muchos políticos progresistas se oponían a que las mujeres tuvieran el derecho al voto. Argumentaban que las mujeres, influenciadas por la Iglesia y el conservadurismo de la época, votarían en masa por opciones políticas reaccionarias, lo que pondría en peligro las reformas republicanas.

Entre quienes defendieron con valentía el voto femenino se encontraba Clara Campoamor, pero Jiménez de Asúa también fue uno de sus aliados más influyentes en esta causa. Durante los debates parlamentarios, el jurista fue uno de los pocos hombres que, junto a Campoamor, se alzó en defensa de los derechos políticos de las mujeres. Sus discursos abogaban por la necesidad de una verdadera democracia, en la que la mitad de la población no podía ser excluida bajo ninguna circunstancia. Jiménez de Asúa entendía que la igualdad no era solo una cuestión de justicia, sino de coherencia democrática: “Si hablamos de una república que debe ser de todos, no podemos mantener excluida a la mujer”.

Además de su apoyo al sufragio femenino, Jiménez de Asúa fue un firme defensor de los derechos civiles y sociales de las mujeres. Como jurista, contribuyó a la reforma de algunas leyes del Código Civil que restringían los derechos de las mujeres, en particular de las mujeres casadas, que hasta entonces carecían de plena capacidad legal. Abogó por que las mujeres pudieran administrar sus propios bienes y tener una mayor independencia en sus matrimonios. También apoyó la reforma de la educación, defendiendo que tanto mujeres como hombres tuvieran acceso igualitario a la educación superior y al empleo.

El compromiso de Jiménez de Asúa con la igualdad entre hombres y mujeres fue parte de su visión integral de una sociedad más justa, basada en la equidad y los derechos fundamentales. Aunque su nombre no siempre se menciona entre los grandes líderes del feminismo en España, su apoyo a la lucha por la igualdad de género fue clave en un momento crítico de la historia española.

Gracias a personas como él, la Constitución de 1931 incluyó el sufragio femenino, un hito histórico que marcó el inicio de la participación plena de las mujeres en la vida política del país. Luis Jiménez de Asúa fue un hombre que remó a favor de la igualdad en tiempos de grandes desafíos.

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